Desafio Doñana II: Natacion y carrera a pie

Llego a la transición muy relajado, cojo la bolsa, me siento, me cambio tranquilamente, me pongo el neopreno, bebo agua y como algo de fruta y me voy andando despacio hacia el río, empiezo a nadar hasta la primera boya todo perfecto, voy deslizándome mucho y haciendo todos los movimientos de técnica, con el neopreno flotas más y no utilizas las piernas casi nada, al sobrepasar la primera boya empiezo a notar las corrientes que hacen que me desplace hacia la izquierda y claro mas metros, como siempre, llego a tierra en un tiempo de 17 min, sigo estando bastante descansado, me vuelvo a cambiar muy tranquilo, le hago caso de nuevo a las indicaciones de Iron (José Ángel) y me quito bien la arena de los pies y me seco, para que no me hagan rozaduras en los pies la hora de correr, me coloco el Ipod y a correr me esperan 30 km por las playas desiertas de Doñana, salgo aun buen ritmo, lo noto voy muy bien, voy recogiendo cadáveres (adelantar a gente), apenas me paro en los puestos de avituallamiento, en el km 6 engancho a uno de los que hacen la prueba por relevos (lo se porque llevan la “R” en la parte de atrás del gemelo), empezamos hablar y a contarnos cosas, la verdad que se agradece la conversación, y llego con el hasta el km 18, el ritmo ha bajado un poco y él claro como solo hace los 30 km a pie necesita un poco más de ritmo, le digo que apriete un poco que yo me quedo, me pongo de nuevo los cascos, las paradas en los avituallamiento son mas largas, y en el del km 21, salgo andando y ya no puedo seguir, las piernas no me responden, los cuadriceps los tengo acartonados, como hinchados, aun quedan 9 km y no puedo mas, pienso en abandonar, pero recuerdo a todas las personas que confían en mi y empiezo a trotar, si con el trote marranero que llevan los que están cadáveres, me convierto en uno de ellos, esta sensación ya la viví en Sevilla en el triatlón olímpico, pero esta vez no era por el agua, esta vez eran las piernas las que no querían seguir, en ese momento empiezan a sonar los Supersubmarina, y con su música consigo evadirme un poco del dolor y sigo hacia delante, ya se ve a lo lejos, muy lejos Matalascañas, sigo corriendo pero aquello no parece avanzar, arena y mas arena, llego al km 26 creo que es, ya casi en la meta y nos hacen meternos por la arena blanda, si la arena finita, si ya es duro correr por la arena mojada, por la arena suelta ya es morirse, pienso de nuevo en abandonar, y en ese momento me acuerdo de los que no quería acordarme porque no se lo merecen, y son todos esos que dudaban de mi, que pensaban que no lo haría, y me digo: “Les vas a dar la razón???, les vas a dar esa satisfacción???, que solo te quedan 4 km”, yo pienso que aunque hubiesen quedado mas hubiese terminado solo por mi cabezonería y por no dar mi brazo a torcer, a falta de 2 km nos meten por el paseo marítimo, por fin algo duro por donde correr, me encuentro a 800 mt del final un hombre que estaba roto andaba un poco y se paraba, otro poco y se paraba, al pasar por su lado lo agarro del brazo y le digo: “Vamos makina que ya queda muy poco, vamos vente conmigo que yo voy muy despacio”, aflojo el ritmo un poco, no es que fuera rápido pero él estaba muy mal, y nos ponemos los dos a trotar, encaramos los últimos 50 mt, ya se ve la llegada y le digo:”Hay esta ya hemos llegado, ale espríntame”, llegó el final, un total de 9 H y 54 min, lo primero que veo es a mi novia, que me esta echando fotos y que se viene hacia mi y empieza a darme besos, me dieron la medalla y la camiseta de finisher, pero yo ni me enteré, solo quería sentarme y quitarme las zapatillas, conseguí sentarme y tenia las piernas como peñones, no podía casi ni andar y menos agacharme, me puse a cola de los masajes, en ese momento llegaron a saludarme los 3 desafiantes que habían entrado antes que yo (por orden, Paco, Iron y José Simarro), Paúl entro una hora después que yo, el masaje me vino de lujo, comí un poco de melón y plátano y una magdalena de chocolate, y a esperar al autobús que nos llevo de vuelta a Sanlucar en el corto tiempo de 2 horas y media, cogimos el coche y para Rota, y deseando estaba de llegar para comerme un hamburgueson y un helado, terminamos de cenar y caímos rendidos en la cama