Empezare estas líneas diciendo que no lo he pasado peor en mi vida que ayer haciendo una ruta de montain bike de 114 km que organizaron los Trimaletas, y cuyo principal artífice y cabeza pensante fue el cabro#%*Ç, bueno ese gran personaje llamado Antonio el “Abogado”, y sus míticas frases: “quedan 20 km” y “A LAS RUTAS SE VIENE CON CAMARAS ANTI-PINCHAZOS JODER (está en mayúscula porque estaba muy cabreado y gritando cuando la decía)”. Todo empieza el Lunes con una llamada de Iron (José Ángel): -Te vienes mañana a la ruta, vamos a ir tranquilos, serán unos 60 km???
Yo -Que me llevo de comer y eso???
Iron – Llévate un par de bocadillos y algo de pastelillos y guarrerias que después no podremos comer, vamos a ir a disfrutar del campo
Yo –Ok nos vemos mañana a las 8 de la mañana
y claro iluso de mi, yo voy y me lo creo y me apaño una mochila llena de guarrerias, una barra de pan rellena de fiambre y 2 litros de fanta de naranja, vamos todo un globero (los globeros en el mundo de la bici son los domingueros, los cuales no gozan de prestigio y son los antagonistas de los pro (profesionales) y que se utiliza en plan despectivo muchas veces), he de decir que para mi no es ninguna deshonra ser globero, porque más que nada es que lo soy, solo que yo lo asumo y se cuales son mis limitaciones y el tiempo que llevo montando en bici, llegamos a las 8:30 a Linares y poco a poco empiezan ha aparecer cada uno de los integrantes de esta aventura, estos son los 7 Trimaletas que vamos a disfrutar del campo, Iron, Paco “el bombero”, Antonio ”el abogado”, José Simarro, Jimmy, José Molinero “el abuelo” y yo, todos con mini mochilas o sin ellas directamente, solo con barritas y sándwich de pavo, todos riéndose de mi por globero, joder pero si íbamos al campo pensaba yo, la verdad que solo me faltaba la parrilla colgada de la mochila, estuve a punto de hacerlo, jejejeje, no es broma pero casi, ya estamos todos y salida tranquila hacia la sierra, a los pocos km pincho la 1 vez, y Antonio se cabrea un poco, seguimos y en Guarroman pincho otra vez, y Antonio ya se cabrea del todo y dice su frase, empezamos a sortear charcacos de barro, que yo pensé que no los podíamos atravesar, pero que se quedaron en charquitos porque atravesamos el rio montados en nuestras bicis, y bajadas y subidas flipantes, nos perdemos y tenemos que dar la vuelta porque uno de los caminos esta vallado y estaba el dueño de la finca y en los siguientes que nos encontramos nos sale nuestra vena Parkour, y a saltar vallas con las bicis y todo
empezamos a subir y subir y subir y esto no se acaba, yo como siempre no desayune, por lo cual me dio un pajaron subiendo que pensé que me moría, pero Iron se dejo caer un poco para animarme en lo últimos metros de la subida, ya quedaba poco para llegar, al Centenillo???, no, a un lugar perdido de la sierra, en el que solo hay toros, vacas y campo, llego y no tenia ganas ni de comer, pero tanto que se reían de mi, y mi mochila de supervivencia con exceso de víveres le vino a mas de uno incluido a mi, de puta madre, de la fanta no sobro na, tanto que se reían de mi, pues a seguir, ahora toca bajar, estos bajan lanzadísimos y yo que no controlo una mierda voy mas despacio y presencio la caída y a su vez ostión de José Molinero en la zona mas sencilla de la bajada, se le va la rueda delantera y sale despedido cayendo con el hombro y la cabeza, dando un mortal hacia delante apoyado en la cabeza y cayendo 3 mt mas alante en una zanja, empiezo a gritar pero estos están muy lejos, José se ha hecho mucho daño en el hombro y no lo puede mover, ha partido el casco y esta un poco conmocionado, los llamo al móvil y acuden raudos al rescate, encontramos a un hombre por casualidad y nos lleva hasta el Centenillo (localidad que esta donde Dios puso la ultima cabra montesa) y digo nos lleva porque por solidaridad con José y como soy el mas cualificado en tema de primeros auxilios me tuve que sacrificar e irme con él en el coche, y porque estaba reventao también, ya allí lo recoge una ambulancia y se lo lleva a Linares donde rato después nos confirma que ha sido una rotura de clavícula, decido quedarme con el grupo para seguir la ruta de vuelta por carretera, y me lo vuelvo a creer, de nuevo por camino subiendo y bajando pero siempre mas subiendo, llegamos a La Carolina, descansamos un poco, reponemos fuerzas y seguimos ahora si por carretera hasta Linares por la fernandina y la garza, en este tramo estaba hasta mareado yo solo quería llegar ya, estaba muerto, desde hace muchisisimos km, me dio un alegron cuando ví Santana que es indescriptible, no había sufrido tanto haciendo deporte en mi vida, pero como siempre me gusto, la ruta ha estado wapisima y la compañia ha sido excelente, lo he pasado genial
